cámara de aire
En ese pequeño espacio vacío puso lo último que quedaba de ella, con la esperanza de un deseo inalcanzable de una respiración profunda.
Ya quisiera que este lugar se hiciera más grande, pensó ella, con el ímpetu y ansiedad que la caracterizaba, no por inmadurez, más bien por entrega; Y así, lograr entrar por completo y a destajo, sin el miedo a que de pronto ya no quepa o ya no encaje.
Se deslizó suavemente, rápidamente ante el espacio encontrado, unió los puntos y logró descifrar algunos más; se sinceró ante la aquel imponente rincón y trató de hacerlo suyo, pero su ligereza compleja la abstiene de las mejores sensaciones.
¿Quién retrocede en el camino?, seguramente nadie más que quién sabe su punto de partida, pero no su punto final.
Sintió de pronto absoluta soledad en aquel pequeño espacio, respirar se hacía imposible algunas veces, el aire de apoco escapaba como un hilo y luego se detiene... y luego continúa.
Pero es embriagante, sublime saciedad que de apoco la alimenta, sinceridad que detiene su salida, y respirar se hace cada vez más placentero, placenteros límites dentro de la cámara de aire.
Comentarios
Publicar un comentario