Predestinación

Entonces tomó lo que quedaba de ella y la llevó hacia el más intenso viaje atemporal, sin sentir miedo ni angustia para nada. Con la confianza de quien sabe lo que hace y lo que quiere.

Le destinó todo su pasado a un solo día, sin dejar responder negativamente ante aquel hecho sorpresivamente alcanzado. Nadie esperaría del tiempo algo menos prudente que la tardanza específica de los deseos obviamente establecidos.

El espacio transformado alrededor de sus fuerzas, no tiene como volver a su estado original de intemperancia ante los hechos concretos de la vida, más bien se reordenan para cumplir objetivos predestinados.

Un segundo es un segundo a menos que cambie la estructura temporal que te llevaba haciendo lo que hacía, cuando de por si cambia algo, o la tomas y la insertas en un viaje inesperado solitario y carcomido por el angustioso sentir de quien no sabe nada de lo que estás haciendo.