Tres estados



Photo by Samuel Wong on Unsplash

Últimamente he sentido que no solo nos separamos en hombre, mujeres, gays, lebianas, transexuales y otros, sino que dentro de nuestro propia primera clasificación existen por lo menos un millón más.

Dentro del millón que existen, la clasificación mujer es la que más me interesa y de la que se trata todo esto, pongámonos un poco más detallistas, que sea entre 25 a 35 años, con y sin hijos, con y sin pareja viviendo en Santiago de Chile. La clasificación en si, para mi no es más que un geolocalizador, según yo, lo importante son los estados existentes dentro de esta clasificación. 

Existen tres estados, marcados y permanentes, casi inalienables o intrínsecos a diferentes personalidades.

El primer estado, enamorada de por vida, o como me gusta llamarlo, estado Ted Mosby, es un estado imbécil y estúpido en el que vives enamorado de todos y de todo, la vida es un cuento de hadas romántico en que siempre debe tener un príncipe en el cuento, las películas de amor son mantras y siempre parece que encuentras al amor de tu vida; a la semana de salir con alguien ya sientes que las palabras... TE AMO, brotan casi cómo vómito verbal de tu boca, lo más complicado de todo es cuando un Ted Mosby encuentra a su contraparte, todo se vuelve amor y corazones como si un osito cariñosito se comiera una agenda completa de Hello kitty y luego vomitara, esa pareja sería el vomito,lo peor de todo es que me autocastigo en este estado continuamente. 

El segundo estado, mi estado favorito, es mujer macho alfa, del cual he aprendido mucho últimamente gracias a mi amiga Moya, no basta con ser profesional, exitosa, con un desempeño superior en la compañía en la que trabajas, tener amigos entretenidos y una familia estupenda, siempre es importante el más, el poder y el control, jamás verás llorar a gente en este estado, por lo menos jamás he visto llorar a mi amiga, jamás las veras sufriendo o desanimadas, es casi como una auto imposición de masculinidad, siempre es el hombre de la relación, siempre piensa con la cabeza y cada paso que da está fríamente calculado, control, control, control.

El último estado, es el más sobrenatural de todos y le doy mención honrosa por su honestidad a mi otra amiga Pame, quién ha descrito este, su propio estado, como estado ameba. Es un estado complejo y que podría decir sin temor,yo misma he sentido, pero luego me acuerdo que soy na máquina de sexo salvaje y amor esponjoso y se me quita. Si pudiera hacer un gráfico de animosidad en una semana del estado ameba sería una linea recta continua, a veces no sé si reír o llorar por ella, porque no sentir nada, no tener deseos ni sensaciones por nada me cuesta trabajo comprenderlo, es un completo ÑEEEE por la vida. Nada absolutamente nada llama su atención.

Estos tres estados de tres personas completamente diferentes que se clasifican dentro de un mismo grupo etario, viviendo en tres puntos distantes de Santiago con tres historias de vida completamente diferentes, contemplan una clasificación absolutamente necesaria, creo que si pudiéramos llevar nuestro estado escrito en la frente, nuestras relaciones serían absolutamente exitosas ya que borras de inmediato seres inadecuados de tu lista. Básicamente simplificamos todo, o me amas o me dejas o no haces nada.

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