Ser o no ser

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Muchas compañeras de trabajo se debaten el día con sus maridos y parejas intentado llegar a un acuerdo fatídico; ser o no ser padres.

La verdad es que creo que ser padre, ayer y hoy tiene exactamente la misma responsabilidad que tiene un cocinero del McDonal´s a las 4:00 am, en cambio ser madre cada día parece una tarea más difícil para algunas mujeres. Por mi parte la idea no esta ni a un kilometro de distancia, ni ha 600 metros y menos en la siguiente salida; creo en la maternidad, como creo en el gimnasio, algún día funcionará para mí. 

De alguna forma las personas están pensando de esta forma largoplacista, y planificando la llegada de más humanoides al planeta tierra, ya no son accidentes o descuidos, como lo fue toda la generación x e y, sino más bien un acuerdo de progreso familiar.

Obviamente las cosas han cambiado un poco en nuestro país desde los años 80, y las mujeres, al igual que los hombres llegan a ser grandes profesionales antes de los treinta años, dejando de lado puntos establecidos en el check list de dios. Los hijos no son prioridad, y cuando lo son, los son realmente y no a medias, entonces debido al ritmo de vida actual, ser padre o madre es casi imposible. 

Nadie sacrifica una hora familiar por una hora de trabajo, 1 minuto con los hijos es 1 minuto ganado. Esto no es nada preocupante, lo preocupante es que nadie está dispuesto a hacerlo, nadie puede hacerlo, todos vivimos bajo un sistema del cual es imposible bajarse, literalmente, cuando paras y todo el sistema sigue es como cuando frena el metro en la linea 1 bruscamente y te caes y todos se caen contigo. 

Quién quiere traer una vida a un mundo así, aunque suene fatalista, ser padres es la peor decisión de estos días al parecer.